Y resulta que por instantes un frío no tan frío, una corriente intempestiva e impredecible pasa por mi corazón y me recuerda que en algún momento tuve tibio un sentimiento, nunca caliente, pero estuvo encendido de alguna forma recordandome que estabas ahí no de forma física pero si en pensamientos.
Si medito en el alcance que puede tener alguien en mi vida, puedo encontrarme con muchas, demasiadas sorpresas y es ahí donde puede ser que la persona que creía importante no era tan importante y la que menos esperaba que permaneciera, esa que creí que sería fácil olvidar, ahí está, arraigada a mi recuerdo...
Si medito en el alcance que puede tener alguien en mi vida, puedo encontrarme con muchas, demasiadas sorpresas y es ahí donde puede ser que la persona que creía importante no era tan importante y la que menos esperaba que permaneciera, esa que creí que sería fácil olvidar, ahí está, arraigada a mi recuerdo...
Quisiera llegar al intaste donde dicen muchos que "recordar es vivir" con sólo cerrar los ojos y recordarte  como esa experiencia y no como una causa de nostalgia, pero aún falta tiempo para eso. Si me he animado a seguir escribiendo es porque me di cuenta que hablo, si, en serio hablo y demasiado, pero cuando hablo no digo lo suficiente o tal vez no lo suficiente, pero no digo lo verdaderamente importante; pero si la cuestión es de no hablar mucho, en eso no quisiera ser como tu, que con un simple -lo siento- o con decir que -quisieras  con sólo desear el volver a quererme-  pretendas reparar lo irreparable y que justo cuando todo se está acabando, tengas agallas de decirme "Te quiero"...
Que insuficientes son tus palabras para decir que fui importante, que pensabas en mi.
Y esto fue un instante, pareció infinito, pero no, en realidad es eso, lo que siento por instantes, pero que descrito y aterrizado a palabras es eterno, es ahí donde concluyo que sería larga y extensa mi existencia si decidiera a cada fracción de vida darle una porción de escritura.
 
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