Vistas a la página totales

martes, 14 de julio de 2015

Todos tenemos algo que contar



Como podría empezar a contar la historia de un acontecimiento no superado, imposible ponerle un fin a lo que la mente trata de resolver en los instantes de absoluto descanso, tal vez intentaré explicar porque jamás le superé.


27 de abril 2007


Mi hogar nunca ha sido ostentoso, pero si trabajador tengo una mamá que se ha quebrado (esto en un aspecto literal y de suma importancia) los huesos para sacar adelante su núcleo familiar del cual formo un honorable puesto de hija menor y con ello lo que acarrea ser mejor que la hermana mayor en los aspectos que la hija mayor no pudo satisfacer. Ella, la hija mayor no tendrá una caracterización específica, los detalles con ella no tienen importancia.


En el 2007 con 19 años creía firmemente en la promesa y en el estado de enamoramiento febril que cambiaría mi vida. Acostumbraba a vestir como último recurso de moda unas sudaderas (pantalones de hacer deporte) para ilustrar un poco más... Pintados de un sin fin de tintas de colores, ya rotos por tanto caerme pero perfectos para pasar desapercibida, eso era al menos lo que yo creía... En fin no necesitaba de mayores adornos para salir a la calle y me daba igual si el rojo de mi camiseta combinaba o no con el amarillo de mis pantalones pero creía, que el mundo tenía oportunidades de cambiar y de dejar de juzgar a otros por lo que tienen delante de sus narices, me aproximaba a un impacto, la forma como concebía el mundo dentro de mi cabeza contra el resto de la sociedad estaba a punto de cambiar.


Porqué el 27 de abril? Porque hace 7 años no cometí un error como se podría imaginar solo traté de ser sociable, amable y confiada con todo el que me pedía un favor. Realmente no tengo reparos hacia la persona que conocí ese día, o tal vez si los tenga pero no en este punto de la historia.


Lejos de que fuera a parecerme importante, un día las primas de Martín me pidieron ayuda para su fiesta de cumpleaños, mi función básicamente era entretenerle durante una hora mientras los preparativos para su cumpleaños terminaban -porqué no? Me dije- y respondí que sí a las primas de Martín, lo único que sabía era que el joven cumpleañero iba a tener 19 años y su profesión (él era arquitecto o estudiaba para serlo y ya) Si hubiese sido cuestión de solo acompañar a Martín por una hora, la historia sería otra pero me faltó astucia para reconocer de entrada el problema que se me venía... Me encontré con Martín no recuerdo si en la calle o en una pizzería, mi ropa era nueva, blusa azul turquesa, pantalón beige, converse azul turquesa con flores y cabello recogido, me veía súper limpia nada común, extrañamente impecable sin tintas de color en mi pantalón y para estar tan limpia ante Martín esa tarde antes del encuentro tuve que gastar mis ahorros, ya no recuerdo para que ahorraba esa plata hace 7 años, el detalle es que tuve que comprar ropa nueva para estar presentable ante las primas, las y los amigos de las primas y porque mi madre urgida de una buena imagen de su hija menor me instó de forma incisiva a comprar la ropa para el "evento".


• Nunca lo he dicho, pero realmente me sentía muy incómoda, no sabía de que iba a hablar con Martín, el tiempo iba a ser eterno y yo fingir no quería, así que resolví preguntar todo, hasta el Rh del joven que debía acompañar, hablar de mis gustos musicales ehmm no estaba segura él arquitecto no querría hablar de ello. Hice gala de mi lado más sociable, pregunté como 4 veces lo que estudiaba, lo olvidaba al instante de formular la pregunta, caminamos por el barrio como una hora, una laaarga hora y yo estaba segura que si preguntaba por 5 vez su profesión Martín descubriría mi "enorme" interés a las respuestas que constantemente le formulaba.


Cómo era Martín?

A decir verdad es un tipo normal, es alto, cabello liso, color castaño claro y desordenado, solo una parte de su cabello era ordenada, ojos claros ni verdes ni azules, de entrada no los detallé mucho podría parecer sospechoso, párpados caídos, sonrisa amplia pero de sonido apagado, dientes grandes y en su sitio gracias a la ortodoncia, no recuerdo que llevaba puesto ese día, no importaba mucho si vestía de Gef o de Tommy, solo importaba el favor.


Como punto de referencia para esa época mi profesión indudablemente sería medicina, aunque desde que salí del colegio me dediqué a ayudar a un amigo, Daniel, en lo que se convertiría finalmente mi profesión Diseñadora Gráfica.

Sucedió que llegada la hora del festejo para Martín ya habíamos logrado hablar de gustos musicales, si lo sé lo que dije que no me atrevería a hablar de música pero hablamos de eso, nos gustaba ColdPlay, Fito Páez, Audioslave y así hicimos un recorrido musical por artistas que yo no tenía idea que existían; debíamos ir a la casa donde vivían sus primas y ta tann sorpresa, él era un hit todos querían foto con Martín, abrazos venían, regalos, gritos de alegría por parte de los invitados y yo me limitaba a sonreír en un costado de la sala... Conocía a la mayoría de los invitados y a los que no conocía pues les sonreía y pasaba de largo, Martín estaba contento pero los conocidos de sus primas eran eso personas que conocían a Martín por ósmosis social.


Se podría decir que la vida social se me da bastante bien, soy fácil para entrar en conversaciones a punta de sonrisas pero esa noche, la sensación era distinta... Pasadas 4 horas, Martín me agradaba bueno hay que considerar que si en 4 horas no había logrado internarme en una buena charla, hubiese dudado de mi inteligencia emocional. Hicimos varias cosas, que resultaron siendo solo una observar: a los invitados de las primas que se suponía debían estar interesados en Martín y no en lo grandes e independientes que estaban sus primas... Lejos estaba yo de imaginarme que Martín después de los años sería tan pegado de sí mismo como sus familiares lucían justo en ese momento.



Habrá tiempo para continuar, como relata uno 8 años en una sola hora...

martes, 13 de mayo de 2014

Intento intentarlo

Sentir que lo intentas tiene todo en contra, porque no has iniciado a intentarlo y tu maldita cabeza te dice que no vas a poder y entonces considerarse valiente no es una opción; cuántas veces intentar desprenderse de ti mismo, de esa parte depositada en ilusiones hacia otro te ha herido? Creo que empiezo a perder la cuenta, escribimos para enterrarnos y no para sanar.

Me ha costado una terapia barata de auto-ayuda mental nocturna diaria, para sentir que me voy a recuperar más rápido... Han confundido el apego con amor? les ha pasado? porque a este punto ya no sé que pensar al respecto, realmente nunca he estado enamorada, han sido placebos mentales, al parecer como me han dicho muchos, no soy la única que los vive. Creo que puedo salir sin intentarlo, porque cuando parece que lo intento, resulto guardando esperanzas....SIMPLEMENTE QUIERO SALIR UNA VEZ MÁS....

martes, 6 de mayo de 2014

Desaires

Uno siempre debería decir tarde o temprano que pensó ante un desaire, hoy evoqué uno de esos recuerdos que duelen, para recordarme que recordar no es vivir sino que lo que nos hace vivir es nuestro insulso antídoto para apaciguar el dolor.

Me pregunto si como me siento yo, te sentías tú cada que me portaba con un desaire, supongo que son tantas cosas las que seguro imaginé contigo, que ahora todas me desinflan, entonces siento que me despido de a pocos, por pedazos, porque a medias la ilusión se fractura más... yo... yo no acostumbro a mostrarme como soy por la razón única de que me fracturo muy pronto, ayer escribí otra más de las infinitas despedidas... pero lo hago es porque en las utópicas escenas mentales que hice de ti, pensé que intentarlo iba a ser la mejor de las decisiones, por el contrario a lo que me imaginé y a todas la ganas que le eché, me encuentro con todo a medias, no sé si es de paciencia, porque podría tenerla, pero como dije ayer con cualquier cosa me alejas, una vez me dijiste: debes de dar y no sólo esperar que yo lo haga todo, ahora las condiciones son diferentes debes mostrar interés por mi.... y ese día dije sí, él tiene razón. Hoy pienso mucho en esa frase, en eso que dijiste, porque eso es lo que no noto, interés.... entonces insistir deja de tener sentido y finalmente solo veo las pérdidas, mis intentos a tu actitud son vagamente profundos y yo los veo escuetos ante tu respuesta..... finalmente perdí y cansarte no quiero, pero yo a diferencia de ti digo cuando me duelen las cosas, porque eso me ayuda a darme cuenta que el dolor es inminente que no hay como devolver el tiempo...

domingo, 21 de julio de 2013

Soy como la panela

Querido blog, después de unos largos contenidos irónicos, en algunas ocasiones más dolorosos mientras lo escribo... Soy tremenda tirita de papel, eso de dura es pura fachada algo así como la "Panela, dura pero dulceeee en contenido" Así igual que media humanidad me duelen las mismas cosas que a todos, de hecho creo que me duelen más de lo normal...Porqué reconsiderar lo escrito anteriormente? pues porque de nada me sirve atacarme a mi misma con lo que no puedo controlar, yo realmente creo que las explicaciones de esta misma entrada son para mi, porque la gente se cansa jajajaja en serio y yo soy de esa gente que se cansa rápido, siendo sensata con lo que quiero obtener de mi esta vez siento que me desahogué escribiendo y en el último fui tan directa que me extralimité... pero bueno uno no repara nada que ya está roto por uno mismo, pero si me suavizo los pensamientos. Realmente me agrada ser especial, de verdad me agrada lo especial que puedo llegar a ser con las personas, como lo puedo manifestar jajaja en regalos, en favores con tarjetas de cumpleaños, haciendo tarjetas de matrimonio para las que se van a casar...todo lo anterior porque me gusta hacerlo, sinceramente quiero decirles que a mi me agrada ser muy tierna, aunque no se vea jajajaja sucede que me muestro dura porque no quiero reconocer que necesito lo mismo que doy. Es así como a todos los que no les he dicho realmente como me siento cuando me lo han dicho de mil formas...Yo sé que la fragilidad no es un delito" lo sé pero me da miedo mostrarme frágil porque de pronto me rompo más de lo debido.

Qué diferencia a lo que he venido escribiendo en anteriores entradas, de hecho lo voy a dejar, no las voy a borrar para recordarme que no debe dar susto ni querer, ni ser frágil ante la humanidad, tampoco es un PAZ Y AMOR MUNDIAL....Sólo estoy siendo lo que realmente soy...

Si me leen y me disculpan.... GRACIAS!!

miércoles, 10 de julio de 2013

Color salmón

Era una ciudad tibia, con personas tibias de pensamiento y tibias de sentimientos, pero con aspiraciones pasivas y limitadas, todos absolutamente todos orbitaban la vida del vecino, del amigo pero nunca sus propias vidas. Todo el que salía de viaje a otra ciudad regresaba añorando la tibieza de su ciudad, porque no soportaban los tonos grises de las demás ciudades que visitaban; cuando salían se daban cuenta que la vida no era tan tibia, no era de color salmón, era con tonos variables y sentían miedo, temían perder su color camarón y que de repente con un cambio de color dejaran de añorar y desear sin medida lo que no necesitaban.

Como en todo sistema, en Villa Color Salmón sucedió algo que cambió el color de las cosas, en sus habitantes había nacido una niña, hija de una familia tradicional y acomodada, su nacimiento tenía de puntas a los más reconocidos de la Villa, murmuraban, cuchicheaban, cantaban, tarareaban el acontecimiento, la niña había nacido color lila, no parecía pertenecer a Villa Color Salmón y sus padres temían por su crecimiento, por su desarrollo en sociedad y esos que se creían con poder sobre la Villa tenían pensado hacer algo para sacarla y no dejarle ver por nadie más...

Porqué temían? Qué tenía el lila que no tuviera el salmón? supongo que un color tiene más magenta que el otro y menos Cian; pero su susto no sólo era la diferencia de color, su temor radicaba era que el color salmón de Villa Color Salmón era la mediocridad de pensamiento, contaban de tiempos memorables que el lila no era la 1ra vez que se presentaba en una persona,  contaban que el lila correspondía a personas con pensamiento libre, decidido, lejos de establecer estereotipos y calificaciones sobre los demás.

Pero esta vez, esta nueva aparición del color lila en la vida de los habitantes de la Villa, había vuelto para quedarse, para dar de que hablar haciendo bien o haciendo mal las cosas, pero de algo si se tenía certeza y era que el lila mutaría en más mentes color salmón, que tomaría tiempo pero que le enseñaría a vivir sus vidas y dejar de vivir la de los demás.

martes, 9 de julio de 2013

Añorando el pasado

Hace mucho tiempo soñaba con vivir fuera de la ciudad en la que ahora vivo, escapar de las personas que me era imposible escapar por voluntad propia y lo logré... hace muchos días viví mi sueño pero se me olvidó soñar con más detalles, pedir más y anhelar más porque justo ahora volví al lugar del que quería huir.

Hoy quiero hablar de todo, quiero hablar sobre querer vivir nuevamente sola, depender sólo de mis decisiones, vivir el día a día, decidir que comer o decidir no comer, vestirme a mi antojo, no peinarme por convicción... quiero todo eso de vuelta, quiero ese sentido de lucha profesional correr por todos lados de mi cabeza, quiero estar en un lugar en el que sólo me importe el estar bien y no preocuparme porque otros estén bien.

Quiero hablar sobre lo que quise encontrar en una persona y lo que sé que no quiero en una persona, no quiero una persona que no hable, o que diga que no sabe que decir frente a lo que se le dice... cómo no saber? Cómo no va a hacer que lo que otro diga, no genere alguna conexión neuronal, pensamiento o respuesta; estoy segura que no quiero a alguien que no vaya a hablar. El discurso de tener días buenos y días malos ya me lo sé de memoria, sólo quiero hacer catarsis y que se me escuche, quien no quiere ser escuchado, pero yo no pido una solución.

Quiero hablar de los detalles los más mínimos detalles que hacen difícil olvidar o postergar por un lapso bastante considerable una situación o persona. Puede alguien decepcionarse tanto de no reconocer en lo absoluto al que en algún momento creyó  conocer? La verdad la pregunta sigue siendo una constante; a veces hay palabras que recrean toda una situación y que me hacen despreciar, hastiarme hasta el cansancio del otro...

Quiero hablar de lo que no puedo hablar y que camuflo todos los días con una diplomacia que no le sirve sino a los demás para pensar que no pienso nada más de lo que veo en sus carotas... hoy quiero ser trascendental y decir en especial que hablar no es humillar, ni ofender, ni creerse con el derecho de callar, prefiría que se quede callado, que se siga aparentando ser tan especial, es mejor eso, se ve menos cruel... por lo menos no se ve lo que por desgracia es.

miércoles, 3 de julio de 2013

Fue uno de esos días

Me desperté  igual que todos los días, sin novedad alguna mi mamá me llamó con la misma excusa: debo ir a trabajar; existirá algo más intolerable que saber que tienes que ir no por un gusto sino por obligación? Hoy parecía ser un día normal, sin momentos sobrecogedores, solo un tibio y mediocre miércoles... pero no fue así, se me encolerizó el corazón y esta vida de créditos y giros posfechados es la que me hizo volver hiriente y enojada con mi mamá.

Pocas cosas me desatan el genio de una forma súbita y hoy una de esas pocas tocó la puerta con cara de electrodoméstico dañado y con la ausencia de una revisión previa a la adquisición; por qué me enojé tanto? Tal vez no era necesario, tal vez vez si, no sé depronto  hoy quise explotar! Sólo quería reaccionar como hace mucho tiempo no lo hacía de una manera desorbitada como cualquier otra persona.
Resultado: un dolor de cabeza que me tiene a oscuras en mi habitación. Conclusión: las tarjetas de crédito y los domicilios de los almacenes de cadena son LO PEOR!

Gracias...